Día Mundial del Ahorro de Energía

 

Desde 2012, cada 21 de Octubre se celebra el Día Mundial del Ahorro de Energía. 

¿Cuál es el objetivo de la celebración?

Si bien es cierto que el objetivo de este día es exigir a los gobiernos medidas urgentes contra el excesivo despilfarro de energía que se acomete en la actualidad, también es importante recordar que cada ciudadano puede aportar su granito de arena. Por tanto, este día no solo debe servir como llamada de atención sobre la cantidad de energía consumida sino que también es el momento de concienciar a la población de que adoptar ciertos hábitos diarios puede marcar la diferencia.

 

¿Cuál es la situación actual?

Desde hace años, para poder abastecer a las ciudades, se ha recurrido a los combustibles fósiles, especialmente carbón y petróleo. Esto no solo supone un elevado coste medioambiental (actualmente la industria del petróleo es la más contaminante del mundo), sino que también implica una merma en las reservas de unos recursos no renovables, cada vez más limitados.

 

En plena era digital, cada vez es más difícil para el ciudadano medio poder reducir su consumo diario de energía, por lo que llevar a cabo acciones energéticas responsables se acaba convirtiendo en un desafío. 

 

 

No obstante, aunque la transformación energética lleva su tiempo, como consumidores podemos llevar a cabo acciones que repercutirán en beneficios a largo plazo. Es urgente que para 2050 se hayan reducido en hasta un 80% las emisiones de gases de efecto invernadero, y para lograr dicho objetivo, se debe empezar a actuar hoy mismo.

 

Una de las claves para alcanzar dicha reducción es iniciar un proceso de descarbonización energética, lo que implica que las empresas deberán apostar por las energías renovables. En los últimos años se ha podido comprobar cómo la conciencia energética ha calado hondo en la sociedad: hace 10 años el uso de energías renovables apenas alcanzaba el 40%, mientras que en la actualidad sobrepasa el 60% de la producción de energía a nivel global.

 

¿Qué podemos hacer para ahorrar energía?

Existen una serie de hábitos diarios que pueden suponer una gran reducción en el consumo de energía. A continuación mencionamos 5 sencillos consejos que podríamos aplicar hoy mismo.

 

  1. Apagar la luz cuando salgamos de la habitación. Es una costumbre que puede parecer tediosa, pero que una vez la hemos incorporado en nuestro día a día, supondrá un importante ahorro en la factura de la luz. Además aprovechar la luz natural también puede ayudar a reducir el consumo de luz en la vivienda.
  2. No abusar del aire acondicionado en verano ni de la calefacción en invierno. En verano, abrir las ventanas a primera hora  de la mañana (cuando el sol aún no calienta lo suficiente) puede ahorrar mucho dinero en aire acondicionado, mientras que en invierno lo recomendable es no mantener la calefacción por encima de los 20º.
  3. Instalar aislamiento en ventanas y puertas. Está comprobado que las viviendas que apuestan por el doble acristalamiento  pueden reducir hasta un 60% el consumo de energía. 
  4. Apaga los electrodomésticos. Los mayores “vampiros de energía” son aquellos electrodomésticos que dejamos en stand  by. El hecho de no apagarlos totalmente supone un aumento de un 10% del consumo de la luz.
  5. Sustituir las bombillas incandescentes por unas de bajo consumo o LED. Utilizan un 80% menos de energía y duran más que las bombillas convencionales.

 

¿Qué aporta Keyplan?

Dejando de lado las pequeñas acciones personales, a nivel global el primer paso para luchar contra el desmedido consumo de energía es tratar de minorar el consumo de los elementos que más energía demandan, como es el caso de los inmuebles, que consumen cerca del 40% de la energía. Gracias a una normativa ya aprobada por la Unión Europea, en 2021 será obligatorio que todos los edificios nuevos o que estén en proceso de rehabilitación sean energéticamente eficientes.

 

 

En Keplan vamos un paso por adelante y desde hace años ofrecemos a nuestros clientes proyectos de cogeneración y trigeneración (https://bit.ly/31Fzhwy), que son sistemas energéticos altamente eficientes que van a ayudar a reducir el consumo energético. No se trata solo de un elemento clave para alcanzar la eficiencia energética, sino que también contribuye a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. 

Además de ventajas a nivel medioambiental, también hay que destacar que estos sistemas energéticos siguen proporcionando electricidad aunque haya cortes de luz, garantizando seguridad de abastecimiento.