El futuro del sector hotelero en España

En Keyplan llevamos años ofreciendo a nuestros clientes servicios de edificación e instalaciones en urbanizaciones, viviendas, oficinas, hoteles… etc. De hecho, el año pasado instalamos en un gran complejo hotelero de República Dominicana, una planta de trigeneración para distribuir calor, frío y electricidad a 1.200 habitaciones y sus servicios.

Precisamente el sector hotelero ha sido, sin lugar a dudas, el sector más castigado por la crisis del Covid-19, cuyo futuro, a un mes de volver a la “nueva normalidad”, continúa plagado de incertidumbre.

El turismo en España

No debemos olvidar que España es un país muy dependiente del turismo y que según informes de Hosteltur, es el sector que más riqueza aporta a la economía española basándonos en los datos del 2019:

  • Los ingresos alcanzaron los 70.000 millones de euros.
  • Representa un 12,2% del PIB nacional.
  • 83,74 millones de turistas extranjeros visitaron España.
  • Genera 2,8 millones de empleos nacionales.

Nº de turistas internacionales en España

Fuente: Turespaña

Contexto actual

Debemos tener en cuenta que los datos expuestos anteriormente son una media de todo el país. En base a los estudios publicados a principios de año por Hosteltur, las ciudades más visitadas por los turistas internacionales son Madrid, Barcelona y, en general, las ciudades costeras bañadas por el Mar Mediterráneo.

Actualmente, cada comunidad autónoma se encuentra en una fase distinta de la desescalada, y aunque se prevé que la “nueva normalidad” llegará a finales de junio, no existen garantías de que sea igual en toda España. Por tanto, el primer factor que hay que tener en cuenta es que cada comunidad autónoma se recuperará a distinta velocidad que otra.

Los hoteleros coinciden en que el futuro del sector pasa por apostar por nueva tecnología, redefinición de espacios y del modelo de negocio y adaptación a las nuevas demandas de los clientes. Además, según apuntan algunos expertos, el futuro del sector turístico (al igual que el resto) dependerá de cuando exista una vacuna o tratamiento eficaz.

No debemos olvidar que, anteriormente el cliente basaba su decisión en tres criterios: precio, reputación y ubicación. En la actualidad, lo que buscan son destinos seguros y poco masificados. En este sentido, los países que hayan tenido menores casos de contagios, como es el caso de Grecia y Portugal, son aquellos en los que los turistas confían más a la hora de planificar sus vacaciones.

Para garantizar dicha seguridad, los hoteleros plantean reducir el aforo, exigir la solicitud de reservas, controlar al máximo las zonas comunes del resort y realizar test diarios a los clientes nada más llegar al recinto. Igualmente, las normativas de limpieza serán más estrictas y se buscarán soluciones tecnológicas con el objetivo de reducir la interacción entre los empleados y los clientes.

Conclusión

No debemos olvidar que esta crisis alcanza a todos, tanto a los grandes imperios hoteleros como a los más pequeños, aunque la realidad es que las inversiones que pueden realizar las grandes cadenas no son comparables, por ejemplo, con las que podrán hacer los pequeños hoteles rurales.

A día de hoy, la palabra que más repiten los hoteleros es incertidumbre. Al fin y al cabo, además de los problemas a los que se tienen que enfrentar dentro de su recinto, hay que sumar las restricciones en los desplazamientos, especialmente, la actividad aérea, que se encuentra prácticamente paralizada. Esto es especialmente preocupante para las islas del Mediterráneo que en verano son un caladero de turistas procedentes de toda España.

Actualmente, muchos hoteles no se han atrevido a abrir, y los que lo han hecho, no están seguros al 100% de que les sea rentable debido a la reducción de aforo y a los gastos que deben afrontar para implementar las medidas de seguridad impuestas. Aunque los hay que dan por perdida la temporada, habrá que ver con el paso de las semanas qué soluciones proponen los empresarios y cuáles serán las medidas que finalmente imponga el Gobierno una vez volvamos a la “nueva normalidad”.